EE.UU. quiere convertir los medios locales, que se hunden por la crisis económica, en fundaciones para salvarlos.
Los medios que han pedido una ayuda del Estado similar a la de la industria del automóvil o la banca, también aquí en España, encuentran en esta solución una luz al final del túnel.
Los medios convertidos en fundaciones, pueden sostenerse gracias a las donaciones privadas que desgravan en la renta de los donantes y facilitan su distribución y los ingresos por publicidad, gracias a la deducción en los tipos de impuestos a los que se ven sometidos en estos ámbitos.
La contrapartida para los medios, en caso de que la propuesta de ley sea aprobada, sería la mayor dedicación de estos medios locales, en su mayoría periódicos, ha aumentar el espacio dedicado a la cultura, la formación democrática y la objetividad, es decir, las características de los medios públicos norteamericanos: rigor y objetividad.
Ante esta propuesta para salvar los medios en Europa tenemos tres modelos:
El francés: Sarkozy quiere dar a fondo perdido ayudas estatales a los medios, lo que muchos analistas consideran que rebajaría a los medios al clientelismo puro y duro.
El italiano: los medios son de Berlusconi, si él se hunde, los medios se hunden, con lo que ninguno de los dos sufre la crisis. Se autoalimentan, se necesitan.
España: .... ah!!!! me confundí, aquí no hay ningún plan
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