martes, 12 de mayo de 2009

Entrando en Europa

Cuando España, también llamado por los escépticos "este país", en 1986 formó parte de la Unión Europea no estaba todo hecho.

En realidad España parecía un estado africano, más que europeo y en cierta medida continúa siéndolo. Cuando uno ha vivido una temporada en un país europeo de verdad (aquí también quedan fuera los PIGS - Portugal, Italy, Greece and Spain-) te das cuenta de que las pequeñas cosas que hacen más fácil la vida a los ciudadanos son los logros más visibles de un pensamiento europeo

Pequeños detalles como comprar la píldora sin receta médica, sin tener que ver la cara al farmacéutico tachandote de irresponsable con la mirada en el mejor de los casos (en comunidades como la de Madrid hay algunos que hasta incluso te la niegan por preceptos morales) o yendo a un centro de planificación familiar en el que te explican qué es la sexualidad.

En Europa, simplemente pasa, la compras y a otra cosa. En España parece que todo está dominado por la tradición, la religión y la verdad es que cansa.

Ya no tenemos que ir a Perpignan para ver las películas prohibidas, pero estamos a años luz de los derechos de los trabajadores y las libertades que disfrutan nuestros vecinos.

Piensen cuando vayan a votar para las europeas si en realidad nos merecemos unos políticos que aprueban que la jornada laboral semanal aumente hasta las 65 horas, pero que no predican especialmente con el ejemplo como demuestra Mayor Oreja

No hay comentarios: