viernes, 1 de mayo de 2009

Solidaridad


El pasado jueves los responsables de El País decidieron no publicar la columna de Enric Gonzalez. El motivo, al parecer, es que criticaba la actual dirección y su gusto por la especulación de los dueños de PRISA, empresa editora del periódico.

Enric ha sido siempre muy crítico con el medio que le paga, pero es cierto que nunca ha dejado de ser crítico con la mediocridad y la sumisión de los periodistas a otros medios de comunicación o la propia realidad.

El problema es que vivimos tiempos de censura, de la censura económica que no enseñan en nigún libro de texto, de la que no hablan en ningún periódico y de la que está prohibido hablar aunque el consejero delegado para el que trabajas, Juan Luis Cebrían (antes cura que periodista) haya hundido el mayor grupo empresarial de medios en España.

La solución para gestionar la pérdida del grupo es bajar el sueldo a los trabajadores, no despedir a los directivos que llevaron a la empresa a la quiebra. Por eso Enric critíca, por eso PRISA le censura, por solidaridad reproduzco su columna.

Rodeados

ENRIC GONZÁLEZ

No he visto aún el arranque de Operación Triunfo, en Telecinco. En realidad, a la hora de escribir estas líneas (19.30 del miércoles), el cuerpo me pide que me abstenga. Pero cuando el hipotético lector tenga este periódico en las manos, o en la pantalla, las cosas habrán empeorado. Y yo, con toda probabilidad, me habré autolesionado con un electrodoméstico, con un televisor, concretamente. O sea, habré visto OT. Y habré asistido a la presentación de Ramoncín, paladín de la propiedad intelectual y de los derechos de autor, como miembro del ilustre jurado. Es de suponer que para entonces, mi mañana y su hoy, andaré aún peor de ánimo. Quién iba a decirle a uno que acabaría añorando a Risto Mejide.

Lo que puede ir mal, va mal. Eso ya lo sabíamos. Aun así, resulta difícil no apenarse ante el presunto fichaje de Francisco Rivera, también conocido como Kiko o como Paquirrín, por parte de Sé lo que hicisteis (La Sexta). La gracia de ese programa solía consistir en la aparente distancia con que se abordaban las monstruosidades televisivas: emitían trocitos de basura, pero era basura ajena, fenómenos frikis de otros espacios, de otras cadenas, y envolvían el producto con una ironía sarcástica. La incorporación del señor Rivera, como monologuista, aprendiz de monologuista o lo que sea, constituye un cambio cualitativo: Sé lo que hicisteis incorpora su propio monstruito. Si Ana Rosa Quintana tiene a Belén Esteban, ellos tienen al señor Rivera. Francamente, no creo que puedan reírse los unos de los otros. Si acaso, podrán comparar la magnitud de sus respectivas tragedias.Todo esto induce al pesimismo.

Uno lo ve todo negro. No quiero ponerme en lo peor, pero cualquier día, en cualquier empresa, van a rebajar el sueldo a los obreros para financiar la ludopatía bursátil de los dueños. Ya sé que exagero, que esas cosas no pasan. Pero antes tampoco pasaban cosas como la de Ramoncín y Paquirrín, y ya ven. Como decía Manolo Vázquez Montalbán, estamos rodeados.


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