lunes, 21 de mayo de 2007

Principios




Tristemente la polémica sobre la película de 300 se ha quedado en un debate sobre cómo está hecha técnicamente, sobre el tratamiento de la violencia y sobre cómo retratan de maricón para arriba a Jerjes.
Pero se han olvidado de lo esencial: las ideas, los principios, los valores.

Escribió Bertolt Brecht una vez que la libertad no es un sombrero que te pones todos los días, no es un paraguas sobre el que cobijarte, no es un azucarillo que se disuelve poco a poco, la libertad es algo intangible que se construye luchando día a día por ella para que ésta se convierta en una realidad.

Este diálogo está en la película de Fritz Lang “Los verdugos también mueren” donde el luchar por la libertad, el mantener una integridad y unos principios sólo conducen a un camino: hacia la muerte, hacia tus verdugos.

Por eso 300 nos lo recuerda, tener unos principios no es gratuito, no son una chapa que ponerte en la solapa, no son teóricos. Pesan como una losa y tarde o temprano tendrás que dejar la comodidad que te rodea para defenderlos, para defender un estilo de vida, para defender tu dignidad, para poder levantarte y mirarte al espejo sin que te dé vergüenza, sabiendo que lo único que ganarás con ello será la derrota contra la realidad

La historia que nos cuenta Herodoto sobre la batalla de las Termópilas nos habla de unos hombres que abandonaron todo por defender sus principios a sabiendas de que iban a morir y desconociendo si su sacrificio serviría para algo. Fue un acto suicida, una locura sin sentido, simplemente por defender con uñas y dientes algo en lo que ellos creían.

Por eso me gusta el final del cómic de Frank Miller cuando mandan un mensajero para dar el parte de la batalla: VICTORIA. Nunca final, nunca sobre otros, una victoria tan sólo para nosotros mismos, capaces de no traicionarnos frente a la derrota, de no temer al fracaso ni a sus consecuencias... !cuidado algún día nos tocará a nosotros! ¿Quién está preparado?... Au!

6 comentarios:

Lucía dijo...

Estoy totalmente de acuerdo contigo en que se ha centrado toda la crítica en el aspecto visual de la película cuando lo que debería quedarnos es la impresionante valentía de estos guerreros que se sacrifican sólo porque lo que pretenden los persas no es correcto.

A mí me emocionó muchísimo la peli.

GANZUAS dijo...

Cuidado Pepe, quizá algún periodista de esos buenos puede malinterpretar este post, algo así como una revindicación política. ¿Quizá territorial?. Ejem, todavía no he visto 300.

Mr. Kaplan dijo...

Raro es que no te hayan llamado fascista a estas alturas. Es curioso que lo que ahora está bien visto sea defender el "no defender". Buena hostia que nos daremos si seguimos por ahí, y si no al tiempo.
Y para rematar, un texto de este fatal novelista pero gran articulista, que, para variar, vuelve a clavarlo:
http://www.capitanalatriste.com/escritor.html?s=patentescorso/pc_29abr07

ThinkerLess dijo...

Valiente cobardia los que se enjuagan su impotencia dandoselas de suicidas. Sacrificarse por nada, no es sacrificio, es insuficiencia de aceptar su impotencia. Yo tampoco he visto aun 300...

Pepe dijo...

No es una revindicación territorial, ni política ni hostias señor Ganzuas. Se trata sólo de afirmar que tener principios es muy jodido en esta sociedad de principios de diseño.
Algo parecido a lo que dijo Kefeinon (jamás le daremos la importancia que se merece) con la democracia de escayola

HECTOR dijo...

Hay que tomarse la peli, como el cómic, sin nigún rigor historico y difrutar tanto del cómic como de la peli.